El campo pide un paquete de medidas para salvar a los tambos

El titular de Confederaciones Rurales sostuvo que necesitan un “paquete de medidas” para reactivar el sector lechero

El titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, sostuvo que los tambos del país se encuentran en “terapia intensiva”, y exigió un “paquete de medidas” para reactivar el sector lechero.

“La difícil situación por la que atraviesa el sector, requiere cirugía mayor, un paquete de medidas tendientes a equilibrar el proceso de generación de valor en la cadena, atendiendo principalmente al tambero primer eslabón y también, el más vulnerable de la misma”, explicó el titular de CRA a través de un comunicado para denuncian la situación que atraviesa los productores de leche.

Según cuenta Chiesa con la llegada de la primavera aumentará la producción de leche y con eso también aparece la duda, acerca de cuánto le pagará la industriay el temor a que bajen el monto.

Chiesa explicó que para equilibrar la situación, se debe realizar la “institucionalización de un Mercado Lácteo”, y advirtió: “Hay que transparentar la relación entre productores e industria, aportando certezas en cuanto a la formación del precio del producto y a los plazos de cobro”.

El titular de CRA asegura que “es increíble que teniendo un 26% de la venta de lácteos concentrada en supermercados no se pueda establecer un precio de referencia, al igual que existe en otras producciones agropecuarias”.

“La última reunión de la mesa lechera con el Presidente, dejó una serie de ítems a llevar adelante, esperamos que los tiempos operativos en su ejecución estén de acuerdo a la urgencia que necesita el sector, la corrección de las asimetrías, y el equilibrio de los pesos relativos entre los actores es fundamental si queremos un cambio sustentable en la producción”, contó Chiesa sobre el trabajo con el Gobierno.

En ese marco, el titular de CRA fue contundente: “Esperamos que la ayuda quirúrgica llegue a tiempo para que no se convierta en autopsia”.

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: El intransigente