Conflicto arancelario entre EE.UU. y Brasil: una amenaza y una oportunidad para la carne argentina

Conflicto arancelario entre EE.UU. y Brasil: una amenaza y una oportunidad para la carne argentina

El comercio internacional de carne vacuna podría verse alterado significativamente por el conflicto arancelario entre Estados Unidos y Brasil. Un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alerta sobre los posibles impactos de un aumento del 50% en los aranceles que Washington impondría a la carne brasileña, una medida que abre tanto oportunidades como riesgos para la Argentina.

La administración del presidente estadounidense Donald Trump ha extendido hasta el 1º de agosto el plazo de negociación con varios países, incluido Brasil, pero al mismo tiempo ha endurecido su postura al anunciar incrementos arancelarios que podrían llevar la tasa total para la carne brasileña al 76,4%. Este nivel de gravamen sería prácticamente prohibitivo para mantener relaciones comerciales rentables en el exigente mercado estadounidense.

En este escenario, la Argentina podría beneficiarse como proveedor alternativo. Según datos de la BCR, Estados Unidos había proyectado importar 2,20 millones de toneladas de carne vacuna en 2025, pero una demanda interna más fuerte de lo esperado obligó a revisar esa cifra al alza: ahora se estima que las importaciones alcanzarán los 2,35 millones de toneladas, un 11,9% más que en 2024.

Actualmente, Brasil provee el 26% de las importaciones de carne vacuna de Estados Unidos. Una eventual retirada del país sudamericano de este mercado abriría una ventana de oportunidad para que otros exportadores, como Argentina, ganen participación.

Sin embargo, el informe de la BCR también advierte sobre los riesgos asociados a este cambio de escenario. Al quedar virtualmente excluido del mercado estadounidense, Brasil probablemente redirigirá sus excedentes hacia otros destinos estratégicos, siendo China el principal de ellos.

Durante los primeros cinco meses del año, el 46% de la carne vacuna que ingresó a China fue de origen brasileño, mientras que el 16% provino de Argentina. Un año atrás, esos porcentajes eran del 42% y el 26%, respectivamente. Esta caída en la participación argentina refleja una creciente agresividad comercial de Brasil, incluso cuando aún mantenía acceso al mercado de Estados Unidos.

La situación podría agravarse si Brasil intensifica aún más sus envíos a China, aumentando la competencia directa con Argentina en su principal destino de exportación. Además, persiste un factor de inestabilidad adicional: en China sigue vigente una investigación por salvaguardas que podría derivar en nuevos aranceles o restricciones a la importación de carne, añadiendo incertidumbre sobre el futuro del acceso argentino a ese mercado.

En conclusión, el conflicto entre Estados Unidos y Brasil configura un panorama complejo para el comercio internacional de carne vacuna. Para Argentina, representa una oportunidad real de expansión, especialmente en el mercado norteamericano, pero también exige cautela ante la posibilidad de un aumento en la presión competitiva en Asia, especialmente por parte de Brasil. La clave estará en la capacidad del país para responder ágilmente a esta coyuntura, diversificar mercados y fortalecer su posicionamiento internacional.