Informe de la Red de Monitoreo: retrocede la chicharrita, pero el exceso de agua complica la campaña de maíz temprano

Informe de la Red de Monitoreo: retrocede la chicharrita, pero el exceso de agua complica la campaña de maíz temprano

La Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis publicó su informe número 26 justo en la antesala de la campaña de maíz temprano, y los resultados trajeron un respiro para los productores: la chicharrita, principal vector de la enfermedad del achaparramiento, muestra una marcada retracción en todo el país.

Sin embargo, la otra cara de la moneda es el exceso hídrico, que se perfila como el verdadero condicionante para la siembra. En muchas regiones, los anegamientos dificultan el ingreso de maquinaria y limitan la posibilidad de aprovechar este escenario más favorable frente a la plaga.

Datos región por región

En el NOA, donde la chicharrita suele tener mayor presencia, el porcentaje de localidades libres de la plaga trepó del 3% al 24%. Además, casi dos tercios de la región se encuentran en “excelente condición”, según la red, con una incidencia mínima de Dalbulus maidis incluso en zonas críticas.

En el NEA la mejora fue aún más notoria. Allí, el 68% de las localidades relevadas no registraron presencia de la plaga, lo que representa un salto de casi 30 puntos respecto al informe anterior. En los sitios donde sí apareció, la incidencia fue muy baja, con no más de cuatro adultos por trampa.

En el Litoral y Centro-Norte, zonas de menor circulación histórica pero igualmente expuestas, se mantiene la tendencia descendente: sólo el 20% de las localidades muestran una baja incidencia. Hacia el sur del país, directamente no se detectaron rastros de la chicharrita.

Alivio con reservas

La Red de Monitoreo celebró lo que describió como un “excelente panorama para las zonas de maíz temprano”, pero advirtió que este escenario no implica bajar la guardia. La llegada de temperaturas más altas en las próximas semanas podría favorecer un repunte poblacional de la plaga.

“En las zonas agroecológicas con siembras tempranas de maíz, ya realizadas o próximas a iniciarse, es clave intensificar los monitoreos sobre el cultivo. Por otro lado, en las áreas con siembras tardías resulta fundamental reforzar la vigilancia para detectar la emergencia de plantas voluntarias de maíz, ya que estas pueden actuar como ‘puente verde’ para plagas y patógenos”, señalaron los técnicos.

Un nuevo desafío: la lluvia

El informe cierra con una paradoja: mientras la chicharrita retrocede, el agua se impone como el nuevo obstáculo. Muchos productores no podrán capitalizar el retroceso de la plaga porque sus campos permanecen bajo agua, situación que amenaza con retrasar las labores y condicionar el arranque de la campaña.

En definitiva, la chicharrita dejó de ser, al menos por ahora, la pesadilla central del maíz temprano. Pero el clima, una vez más, vuelve a definir las reglas de juego para el productor argentino.